Internacional

Después de 33 años en prisión liberaron a uno de los presuntos asesinos del agente de la DEA Enrique Camarena

Han pasado 34 años del asesinato en México del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena Salazar, y el caso sin esclarecerse.

René Verdugo Urquidez, recluido durante 33 años como presunto implicado en el crimen que tuvo lugar en Guadalajara, Jalisco, el 9 de febrero de 1985, quedó en libertad a finales de diciembre.

En julio de 2017 el juez  Jhon A. Kronstadtdeterminó el fin del caso que se seguía en una Corte Federal de los Estados Unidos, pero fue hasta finales del año pasado que Verdugo Urquidez recuperó la libertad y fue deportado a Mexicali, Baja California.

Kronstadt cesó la causa en contra del mexicano por «desvanecimiento de pruebas».

Un reporte de Milenio dio cuenta de que Verdugo Urquidez de 77 años cerró el blog de denuncia donde narraba su caso y se declaraba inocente del homicidio, al mismo tiempo, retiró las copias del caso que hizo públicas para exponer su causa.

El señalado responsable del asesinato del agente nacido en Mexicali, Baja California y naturalizado estadounidense, había sido condenado a una sentencia de 240 años de prisión.

Según obraba en los documentos y pruebas del caso – destruidos el 27 de octubre de 2017 por orden del juez Kronstadt -, la única evidencia que presentó Michael Malone, perito encargado de la Unidad de Investigación de Cabellos y Fibras del FBI, en contra del mexicano, era un cabelloencontrado el 12 de abril de 1985 en el interior de la propiedad donde se llevó a cabo el asesinato.

Malone fue separado de su cargo el 16 de abril de 1995. Fue señalado porque sus métodos y testimonios no eran confiables para varios casos criminales en los que había colaborado.

Verdugo Urquidez nació en la misma localidad que «Kiki» y el destino habría de enfrentarlos, pues mientras el norteamericano se unió a la DEA, su paisano formó parte de la organización criminal de Rafael Caro Quintero.

Durante el desarrollo del caso, Verdugo Urquidez aceptó que estuvo a principios de febrero de 1985 en la finca donde asesinaron a Camarena. Acudió para informar al narcotraficante sinaloense de un decomiso de un cargamento de cocaína por parte de la DEA. Quintero, líder del Cártel de Guadalajara, le ordenó regresar a su natal Mexicali.

Las autoridades mexicanas no han confirmado la ubicación de Verdugo Urquidez tras su repatriación.

Detuvieron a otro presunto implicado en el asesinato

A principios de mes la policía estatal de Baja California arrestó al estadounidense Ezequiel «N», presunto implicado en el asesinato de «Kiki» Camarena.

Sobre el hombre nacido en Texas pesaba una orden de aprehensión internacional por el delito de secuestro y violación de su libertad condicional.

Se trató de un operativo de las autoridades mexicanas, en coordinación con el FBI.

El narcotraficante fue detenido por la Policía Estatal Preventiva (PEP) en la colonia Luis Donaldo Colosio de la ciudad fronteriza.

Después de ubicar al sujeto, se desplegó un operativo en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM), en donde en base a la información proporcionada por las autoridades estadounidenses.

El asesinato de Camarena Salazar fue clave en la desintegración del Cártel de Guadalajara, ya que a raíz de la aparición de su cadáver, los gobiernos de México y estados Unidos iniciaron una persecución en contra de sus fundadores: Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.

Caro Quintero, al asesino intelectual de Camarena: el más buscado por el FBI

Rafael Caro Quintero, conocido como «El Narco de Narcos», es uno de los 10 hombres más buscados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Se le acusa del asesinato de Camarena Salazar y de su piloto Alfredo Zavala Avelar.

Junto con Félix Gallardo y Fonseca Carrillo, creó el Cártel de Guadalajara, que durante la década de los 70 llegó a concentrar la mayor distribución y sembradío de drogas en México.

Como casi todo narcotraficante mexicano, Caro Quintero nació pobre. El sitio que lo vio nacer un 24 de octubre de 1952 fue Badiraguato, Sinaloa, tierra que también dio a luz a Joaquín «El Chapo» Guzmán. Siendo tan sólo un adolescente se enroló en el mundo del narcotráfico, pues es sobrino de Lamberto Quintero, otra leyenda del crimen organizado.

La sangre que corre por sus venas es la misma que la de Amado Carrillo, conocido como el Señor de los Cielos, pues eran primos. Y por si esto no fuera suficiente, Miguel Ángel Félix Gallardo fue su padrino.

Sus fuertes vínculos con este mundo subterráneo lo llevaron a ser uno de los líderes más importantes del narcotráfico durante décadas. Su talento para cultivar la marihuana lo dotó de poder y fortuna, tanto así que alguna autora llegó a afirmar que Quintero era capaz de «transformar la marihuana mexicana de hierba común a humo de conocedores».

Tras 28 años en prisión, en agosto de 2013, un tribunal estatal ordenó la liberación del «Narco de Narcos». Después de una resolución federal se ordenó su recaptura, pero hasta el día de hoy no se ha llevado a cabo.

Fuente Infobae

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